La Espiral Perversa y las Falsas Denuncias


¿Hasta cuándo?

“LA ESPIRAL PERVERSA”:


UN FENÓMENO DE MALTRATO QUE SE REPITE DÍA A DÍA 

Padres: Sabemos que muchos de ustedes han sufrido este sistemático maltrato de los Juzgados de Familia, se trata de “La Espiral Perversa”, que consiste en lo siguiente, paso a paso, explicado de manera sucinta, para no sobrecoger aún más con tanto detalle escabroso y doloroso:

1. Te separas de tu pareja y como existe una ley prehistórica, las madres se convierten automáticamente en las DUEÑAS DE LOS HIJOS y nosotros, los padres, SOMOS LOS PROVEEDORES.

2. La madre se quiere desquitar contigo y se aprovecha del control absoluto del hijo para “joderte la vida” las veces que quiera y con la intensidad que su mente perversa sea capaz de maquinar.

3. Las jueces -muchas de las antiguas y algunas de las nuevas-, a pesar de que interpongas los escritos que quieras por incumplimiento, contemplan gozosos cómo su colega de género “se burla” y controla al padre que quiere estar presente en la vida de su hijo.

4. Tu desesperación aumenta y tratas de acercarte a tu amado hijo yendo al domicilio de la madre y, con tu sola presencia, te ganas automáticamente una acusación falsa de Violencia Intrafamiliar por acoso, con prohibición de acercamiento al mencionado domicilio y tu hijo se queda 10 meses, un año o dos años -dependiendo de la incompetencia del tribunal- sin padre -o bueno, mejor dicho con el “nuevo padre” de turno escogido por la DUEÑA DEL NIÑO.

5. Aún así, eres un padre que quiere estar presente y que amas por sobretodo a tu hijo, entonces decides recurrir al colegio, pero allí ya tienes tu imagen destruida y hasta la profesora del curso de tu hijo en tu contra. Entonces la madre va y te acusa de violentar el espacio educacional de tu hijo y te genera una nueva denuncia, que te impide acercarte a 200 metros del colegio de tu hijo -está resolución, obviamente, tiene su plantilla lista para copy/paste-, y nuevamente te destruyen el alma, el corazón y la vida, alejándote por meses de tu hijo.

6. Pero la espiral continúa, con todo lo destruido sicológicamente que estás, la juez, mientras luchas por estar con tu hijo, decide que es el momento PRECISO para mandarte a hacer una evaluación sicológica… y como, seguramente, puedes salir mal evaluado, catalogado como “ser violento” y, según criterio judicial, un “peligro para tu hijo”, deciden mandarte a terapia o a la cárcel, depende de la bondad del operador de Justicia  …

7. Mientras esto ocurre la madre  le ha desarrollado el Síndrome de Alienación Parental (SAP)  en grado ya intermedio a tu hijo, quien ni te ve.

8. Entonces, la espiral continúa, pues logras tener un contacto restringido con el niño, y ahora la madre te acusa de ABUSAR de tu propio hijo en todas las formas posibles. Quedas devastado, destrozado al máximo, tu jefe hace rato que te mira raro en el trabajo, ya ni sales, apenas te alimentas, tu vida se sigue pudriendo… y OJO, no te olvides, DEBES seguir pagando la pensión, porque no sólo es una obligación legal sino porque es tu deber ¡MORAL!

Ya sabes esa plata servirá para que la madre de tu hijo continué con su maltrato en tu contra y en contra del propio niño.

Y a propósito de plata, las jueces que permiten esto siguen cobrando sueldos millonarios y declarando a los medios de comunicación, ante los reclamos de los padres, que los Juzgados de Familia “están colapsados” . ¿Habrá una gota de moral es esto?

9. Así sigue pasando el tiempo y tu hijo ya te odia. El SAP se ha consumado en su grado máximo, más severo, entonces ahora qué mejor excusa para la madre perversa que decir que no cumplirá con el régimen, pues ya es el niño el que dice que no quiere verte… Y las jueces,  ignorantes y discriminadoras insisten ahora en su maltrato sicológico desde su estrado enviándote a ti y al niño a una terapia de restablecimiento de vínculo y con contactos de tres horas con tu hijo en las “agradables” dependencias del ICBF, con consejeras técnicas que llegan a supervisar y preguntan: “Señor, ¿y quién determinó la visitas aquí?”

(¿Algún comentario, señor o señora lector (a) ? Esto no es ficción, es la realidad).

Ah, y las terapias de restablecimiento de vínculo son imposibles de realizar pues la madre sigue ejerciendo el secuestro emocional sobre su propio hijo, gracias a las jueces que lo permiten, y la siquiatra de turno evacua un informe después de 4 meses informando que NO SE PUEDE HACER LO SOLICITADO POR LA JUEZ.

10. Tu jefe materializa sus malas caras en una carta que hace oficial tu despido, te quedas en la calle, ya ni la pensión puedes pagar, la orden de captura es decretada inmediatamente y debes pernoctar en la cárcel.

Sin plata, sin trabajo, sin hijo… destruido, en la cárcel . ¿para qué seguir viviendo?

HAY MUCHO SUICIDIOS DE PAPAS DESESPERADOS !

¿Cuántos más debemos tolerar para que las jueces  de Familia  apliquen con criterio la ley y los Fiscales reconozcan las falsas denuncias que provienen de los progenitores alienadores ?!



ASÍ TRABAJAN NUESTROS JUZGADOS  DE FAMILIA

-Visión de perito acerca del trabajo desarrollado por algunos funcionarios de los Juzgados de Familia

1.-Persona no idóneas para ejercer con responsabilidad las decisiones y posteriores secuelas de sus fallos, donde la objetividad se invisibiliza dentro de tanta dispersión de exigencias interpuestas por los usuario del sistema, encontrando respuesta inmediata en la ineficiencia de personas que técnicamente deberían establecer un orden a partir de la jerarquía que sus cargos les asignan.

2.- La metodología utilizada para construir un abordaje eficiente bajo la luz de los antecedentes no se logra concretizar, perdiendo de manera valiosa todo aquel conocimiento vertido durante el proceso, lo cual incide de manera directa que las anteriores audiencias no posean el valor de importancia que deberían poseer, desechando valiosa información, transformando la estructura de una audiencia en un hacer por hacer.

Prueba de ello es cómo,  por formalidad, se tiende a entrevistar a niños al inicio de cada sesión teniendo el conocimiento previo que ninguna decisión se podrá llevar a cabo en aquella oportunidad y que tan pronto el caso pase a otra instancia se realizará el mismo ritual, sin importar las reiteradas ocasiones en las cuales se ha entrevistado al niño frente a diferentes personas, perdiendo de vista la revictimización, la sobreintervención y la posterior inducción que toda esta dinámica genera y no tan sólo respecto a quienes no debieran estar inmiscuidos de manera tan protagónica en este escenario, sino a su vez a cada uno de los usuarios donde la desesperanza aprendida comienza a ser internalizada, gatillando con ello estrategias agónicas para reestablecer sus derechos más fundamentales.

Por tanto, la respuesta sólo origina más antecedentes sobre los mismos ya recopilados, intensificando la confusión y develando con ello la ineficacia con la cual s mueven los Jueces, desplazando la toma de decisiones a otro colega, quien poco y nada conoce de la causa, acumulando vestigios y restos que sólo adornan o confunden la información recopilada.

3.- Resulta importante analizar como todo aquello que estipula la ley se aleja absolutamente de todo conocimiento acumulado por la interacción social y su cultura, el cómo las leyes marginan el sentido común respecto a las consecuencias de los actos que transgreden normas, si bien es cierto las sanciones no puede convertirse en un reflejo antojadizo de todo aquel que experimenta un evento reñido con la ley, sí las sanciones deben simbolizar la forma y el estilo de discursos que orientan la interacción social de cada miembro que habita o se encuentra inserto en todo contexto.

4.- El prejuicio predominante que establece la antigua y arraigada creencia sobre que los niños deben estar siempre junto a las madres, vuelve compulsivamente a tomar características de imposición, invisibilizando tanto a los niños como hacia aquellos padres que hoy van más allá de las funciones pasadas del simple proveedor, invalidando y dando por sostenido que todas las madres se encuentran en condiciones para ejercer de manera funcional el ejercicio parental. ¿No será demasiado irresponsable asumir aquel prejuicio como un supuesto dominador en la toma de decisiones vinculadas a cuidar y asegurar las condiciones necesarias para el normal desarrollo de un niño? ¿No estaremos bloqueando la necesidad imperiosa de antaño, donde la petición expresa versaba por activar y ver padres más vinculados con la crianza y formación de sus hijos? ¿No será aquella la prueba más concreta de la amenaza que genera que los hombres comencemos a participar en un ámbito propio y exclusivo de las mujeres?

5.- Desde esta perspectiva, sólo tiende a generar más pérdidas en un sistema que favorece la subjetividad por sobre las decisiones técnicas que manifiestan los peritajes que aportan los profesionales involucrados en esta área, relativizando las pruebas y fundamentos científicos que ayuden en la toma de decisiones en pro del bienestar no sólo de un niño, sino también de ambos adultos que aún no terminan por resolver sus conflictos de pareja y de cómo ese niño aporta a la sociedad en la cual todos compartimos. Potencialmente, a futuro, tendrán que evaluarse los daños a largo plazo que ofrecen los nuevos fallos que refuerzan la convivencia entre un niño y un progenitor escasamente capacitado, como así también el aislamiento y la relación conflictiva que reactivamente generan los actuales fallos judiciales entre los hijos y sus padres.

6.- Habrá que preguntarse entonces, por qué en los casos de agresión y violencia intrafamiliar la visión instantánea se centra en el “hombre agresor”, mientras que cuando un hombre manifiesta algún intento por ejercer su rol paternante despierta todo tipo de defensas ?.




Hay que lamentar la colaboración Judicial, por negligencia y desidia, cuando no prevaricación, en esta clase de maltrato.
Sobre la actuación de los Fiscales, creemos que no merece la pena hacer ningún comentario, puesto que parecen no tener mucho interés en ocultar lo que hacen, hasta el punto de hacer inútil cualquier esfuerzo intelectual para saber donde está, en realidad, ya que la distancia entre lo que parece y lo que hacen es mínima, según todos los indicios.
Esta página está escrita para que nadie piense que existe una laguna conceptual en nuestra web, y pudiera llevarle a la creencia errónea de que no sabemos que existen, y de la importancia que su figura debería tener en el maltrato infantil. Lo sabemos.
Quizás sólo indicar que se supone, que están para velar por el bien supremo del menor... en las causas de separación de la pareja, dando muestras de ello especialmente en las custodias compartidas, que en el medio fiscal deben de ser algo diabólico.
Recordar, finalmente, su carácter jerárquico, y que detrás de todos ellos está el Fiscal General de la Nación , sobre cuya figura todos están al tanto, y detrás de éste hay que ver al Gobierno, que en última instancia es quien mueve sus hilos.

Manual de la denuncia falsa.

Este manual recoge la forma con la que se pone una denuncia falsa. El propósito no es que se siga, sino que sirva para reconocer cuando la están haciendo.   


Para entender lo sencillo que es hacer prosperar una denuncia falsa, es bueno que conozcan cómo se puede quebrar la presunción de inocencia con el sólo testimonio de la denunciante. 


Para ello, basta mirar el criterio de la triada para quebrar la presunción de inocencia.

Es decir, con esos criterios, una mujer que desee poner una denuncia falsa ante la Fiscalía contra la pareja de la cual se está separando,   lo que puede hacer es:
  1. Confiar que el Fiscal  como suele ocurrir en casi todos los casos, no se de cuenta de lo que dice la ciencia, y es que en el 80% (aproximado) de los casos de separación, existe interés de una de las partes en apartar al hijo del otro (Alienación Parental, inculcación maliciosa, secuestro emocional).
  2. Hasta ahora no existe en Colombia una sola sentencia de Alienación Parental contra el maltratador.
  3. Aprenderse una versión en la que no pueda haber testigos que la desmientan (no hablemos si se encuentra alguno que mienta) repitiéndola hasta la saciedad con algún detalle imaginado, programando y lavando el cerebro a sus hijos (forma de maltrato infantil parece que no reconocido jurídicamente, aunque parezca que esto es cuestión de desavenencias propias de la ruptura familiar) tal como se indica en nuestra bibliografía , para que corrobore la versión de la madre.
Como se puede apreciar,  es muy fácil conseguir crear una denuncia que acabe con una sentencia que condene a un hombre, imputándole unos hechos que no     ha cometido. 

Si a eso le unimos la ignorancia judicial al respecto , que parecen seguirse bastante .... veremos que la recompensa a una denuncia falsa está servida.

Otra estrategia y esta muy sibilina y eficaz:
  1. Ella provoca discusión. Es cuestión de tiempo caer, dada la estúpida naturaleza del mortal.
  2. Ella pone denuncia porque dice que el le ha pegado o insultado.
  3. El ingenuo varón, que cree que con la verdad se va a todas partes, confiesa que SI discutió, como hacen todos, pero que en ningún momento hubo nada de nada, ni mucho menos tirón de pelos. El ingenuo varón cree que habiendo dicho la verdad el Fiscal  sensato archivará la denuncia.
  4. El varón es acusado, le imponen medida de aseguramiento, etc.  Esto es especialmente doloroso cuando hay hijos de por medio, pues el último motivo para este tipo de actuaciones es apartar al padre de los  hijos.
  5. El ingenuo, pero ya con rasgos de imbecilidasd por exceso de ingenuidad, cree que con  la  apelación las cosas van a ser de otra forma y entonces le salen con el principio de inmediación y las habilidades "paranormales" del Fiscal  quien parece  saber quién dice la verdad y quien miente. En base a ello le niegan la revisión de la valoración de la prueba, vulnerando así el derecho a la presunción de inocencia en lo penal.
¿Por qué ese modo irracional de condenar?. Lo que se argumenta es que con confirmación de la discusión, el varón ha corroborado, de forma periférica, la versión de la denunciante. Esta es la perversión de nuestro sistema:
Cuando se mezcla una verdad y una mentira, el que la otra parte confirme la parte verdadera de la historia, vale para que jurídicamente se confirme la falsa.
Si además se mezcla con un poco de ingenuidad, muchos años en la cárcel no se los quita nadie.

Dicen que en los países occidentales se prefieren 10 culpables absueltos a un inocente condenado. 

Pues una cosa es lo que estos perseguidores del delito se inventen para poder condenar con aparente rigor, y la necesidad de tener un chivo expiatorio del cual servirse para atender a las necesidades propias y las presiones sociales y otra cosa muy distinta es la VERDAD, cuyo acceso requiere rigor, tiempo y conocimientos especializados, además de un entrenamiento, elementos que hoy por hoy brillan por su escasez, si no ausencia.

Quizás convenga recordar lo que piensan los supuestos expertos en credibilidad (no tanto de la veracidad) del testimonio.

Merece la pena volver a resaltar un error injustificable que nuestros Fiscales cometen a diario cuando se encuentran ante un caso de malos tratos con mujeres por medio.

Ni que decir tiene que es obvio que sin pruebas concluyentes, muchos inocentes van a ser condenados, y la famosa triada no demuestra más que lo que demuestra, y es muy fácil cumplirla con testimonios falsos.

Ni que decir tiene que esta información se da no para incitar a nadie, sino para prevenir a víctimas potenciales de denuncias falsas, y si hay alguien del estamento jurídico con suficiente capacidad de análisis y crítica, que tenga en cuenta la situación aberrante que se está generando entorno a las posibles denuncias falsas en los casos de separación de pareja, y la supuesta violencia de género, que a nosotros nos parece que es de algunos seres humanos contra otros, porque a nosotros no nos gusta que nadie tenga que levantar la patita para ver su sexo en el caso de que tenga la desgracia de estar involucrado en un caso de violencia.


Dice el psicólogo infanto juvenil,Cristián Cejas, Magíster en Psicología Clínica. Miembro de la Sociedad Chilena de Medicina Legal, Forense y Criminalística, en sus  conclusiones, entregadas el 01 de octubre del 2007:

> El itinerante paseo por escenarios judiciales junto a la sobreexposición de múltiples evaluaciones periciales en distintos contextos y con distintos propósitos, evidencia una clara triangulación emocional del niño por parte de la  madre|


Esto se gesta por la falta de recursos adecuados en la resolución de conflictos entre dos adultos, proyectando la frustración y violencia hacia la ex pareja por parte de uno de los miembros de la familia, intentando con ello dañar a la parte contraria e invisibilizando las verdaderas necesidades y derechos de un hijo, sin importar que esta manipulación impacte de manera significativa en el sano desarrollo biopsicosocial de un niño.

La evidencia pericial deja en claro manifiesto el verdadero daño emocional experimentado por el menor, en quien se logra percibir una correspondencia entre la gravedad de la sintomatología y el escalaje de denuncia y vulneración que realiza la madre por medio de su hijo, incidiendo de manera directa en la configuración de graves trastornos en su desarrollo y futura organización en su estructura de personalidad. 


Como así también lo evidencia la literatura actual, la cual describe la manipulación perversa que realiza alguno de los padres en intentar mostrar constantemente la patologización de alguno de sus hijos y donde sus intervenciones quedan restringidas en intensificar el daño, atribuyendo el cuadro sintomático a la contraparte, descuidando completamente el priorizar la reparación y sanación de su hijo con tal de lograr la anulación de los derechos del otro progenitor.

“Es maltrato, todo daño físico, emocional, intelectual o moral que sufre un niño por la acción u omisión de las personas a cuyo cuidado se encuentra.” Si logramos tomar en cuenta esta definición podremos advertir el incuestionable daño psíquico al cual se ha expuesto el menor, argumentados por la sintomatología ligada a la vulneración por medio de la manipulación que su madre realiza al instrumentalizar su desarrollo psíquico y las alteraciones que hasta el momento ha manifestado toda vez que se realiza una nueva denuncia por parte de la madre, construyendo por momentos realidades ficticias que rápidamente son desintegradas al momento de someterlas a procesos de investigación.

Es necesario visualizar la revictimización que el sistema judicial  provoca en el niño al no tomar una clara decisión respecto a las constantes denuncias que reflejan el conflicto conyugal aún pendiente y las repercusiones que han afectado el sano desarrollo  del menor por la desvinculación y la ausencia de un nivel de apego seguro con su progenitor al prohibir sin fundamentos legítimos el contacto entre ambos.

La dinámica de instrumentalización infantil configuran la denominado Alienación Parental, la cual se caracteriza por que uno de los padres intenta programar a uno de sus hijos en contra del otro, patologizando las conductas del niño como consecuencia directa del contacto social y afectivo con el progenitor alienado, alcanzando con ello el alejamiento concreto del hijo hacia el padre como una forma de castigo por los conflictos conyugales no resueltos.

Según surge del análisis  presentado por un menor en estas circnstancias, vemos que se encuentra en una clara situación de maltrato y vulneración en sus más básicos derechos como niño, tanto por la manipulación directa de su estado psicológico por parte de su madre  y  la revictimización que ha ocasionado el sistema judicial, junto al alejamiento sistemático en la vinculación con su padre.

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ESTO ES UN ESCÁNDALO SOCIAL Y NACIONAL: LOS JUZGADOS DE FAMILIA Y LAS FISCALÍAS  NO PROTEGEN AL MENOR ALIENADO.
El estudio de la Alienación Parental establece los patrones a seguir para salvar al niño de este constante y sistemático maltrato y vulneración de sus derechos, que son los siguientes:
Tratar la enfermedad en el estadio III (grave)
La única salvación para el hijo es el cambio de tenencia.
-El carácter definitivo de esta medida depende del comportamiento del progenitor alienador.
-Esta medida debe ser acompañada con un tratamiento psicológico que se complica aún más porque el hijo no quiere cooperar.
-Esta falta de cooperación parece volver imposible el cambio de tenencia y la creencia muy arraigada de que es mejor no separar a un hijo de su madre (en el caso de que ella sea el progenitor alienador) sin importar el grado de locura, explica la reticencia de los tribunales para tomar una medida como esta”. (Family Therapy of the Moderate Type of Parental Alienation Syndrome” de Richard A. GARDNER, 1999)


QUE SE DEBE HACER 
Fases que debe seguir el tribunal al separar al menor abusado por la madre alienadora para que nos se continúen vulnerando los derechos del menor:
Fase 1
El hijo vive con el progenitor alienado. Todo contacto con el progenitor alienador está prohibido y el menor intento se castiga severamente (obligaciones, encarcelamiento, hospitalización…).
Fase 2
El progenitor alienador vuelve gradualmente a tener contacto telefónico vigilado con el hijo, a condición de que controle su obsesión por manipular al hijo.
Fase 3
El progenitor alienador visita bajo vigilancia al hijo en casa del progenitor alienado, a condición de que controle su animosidad hacia el progenitor alienado.
Fase 4
Aún cuanto todo riesgo de reprogramación haya desaparecido, se pueden intentar visitas breves y controladas del hijo en la casa del progenitor alienador”.
***El procedimiento dicho “Vicarius Deprogramming” (descrito en el “Therapeutic Intervention for Children with PAS”) explica como el progenitor alienado puede influenciar en las desprogramación del hijo sin que el terapeuta tenga acceso ni al progenitor alienador ni a los hijos (GARDNER_ADDENDUM2 §9).

Falsa Denuncia por Violencia Intrafamiliar

La violencia intrafamiliar esta considerada en Colombia como un delito el cual se encuentra tipificado en nuestro Cdigo Penal en el articulo 229. 

Sin embargo sobre las denuncias instauradas por mujeres que dicen ser victimas de este delito es necesario tener muy en consideración lo siguiente: 

Al hablar de violencia intrafamiliar resultamos hablando siempre de violencia contra la mujer, donde en la mayoría de los casos el acusado es el marido o compañero, sin tener en cuenta que en muchas ocasiones es la mujer que provoca a su compañero en induce a este a que la agreda, siendo esta su formula utilizada para obtener muchos beneficios, teniendo al hombre en la cárcel se quedándose con sus bienes, se divorcian,le quitan la patria potestad sobre los hijos o impiden las visitas paternas. Yo diría que antes de encerrar al denunciado la fiscalia debería investigar a fondo y mas bien dar otro tratamiento a los problemas de pareja. 

La solución no es castigar siempre porque hay mujeres que no toleran una infidelidad y se inventan el maltrato fìsico, psicológico y verbal. 

Por razones obvias, esto ocurre la mayoría de las veces en la intimidad del hogar y sin testigos.

Es de pleno conocimiento que en estos casos al hombre no se le cree y como en este paìs se protege preferiblemente a la mujer, resulta que es la palabra de ella la que vale. El hombre siempre es culpable.